jueves, 10 de marzo de 2016

ORFEO y EURÍDICE


Orfeo guiando a Eurídice desde los Infiernos (Jean Baptiste Camille Corot, 1861)
Orfeo era un poeta y músico, hijo de Apolo y de la Musa Calíope. Su esposa era una ninfa llamada  Eurídice a la que amaba profundamente.
Una vez que la bella Eurídice caminaba en uno de sus paseos por un prado de Tracia fue vista por Arsisteo que intentó raptarla. Durante la persecución, fue mordida por una serpiente y murió.
Orfeo, desconsolado, lloró amargamente y su desesperación no encuentraba consuelo, por lo que tomó la arriesgada decisión de ir en busca de su dulce y amada esposa al Hades, la tierra de los muertos.
Con su dulce canto y su poesías, Orfeo logró conmover a Caronte, quien lo dejó atravesar la laguna Estigia, límite entre el mundo de los vivos y los muertos. Consiguió con los armoniosos sonidos de su lira apaciguar al mismo Cancerbero; después, con sus habilidades artísticas Orfeo logró convencer a Perséfone y a Hades de que le permitieran llevarse a Eurídice.
Las divinidades subterráneas, viendo el enorme amor que profesaba a su esposa,  se apiadaron y aceptaron que se la llevase, pero Orfeo debía prometer que no volvería la cabeza para ver a su esposa hasta que abandonaran el Infierno y ella fuese bañada por los rayos del sol. De no ser así, nunca volvería a verla.
Entonces, según lo convenido, Eurídice seguía a Orfeo en el camino hacia la luz, y en el momento en que estaban a punto de abandonar las oscuras profundidades, Orfeo tuvo dudas. Así, empezó a pensar en la posibilidad de que Perséfone lo hubiera engañado y que Eurídice no viniera tras él, por lo que no pudo soportar la tentación y, entre dudas y ansias, se volvió para mirarla y corroborar que ella venía con él. Efectivamente la vio, pero esa sí fue la última vez. Cuando esto ocurrió, Eurídice fue arrastrada por una fuerza irresistible otra vez hacia el Hades. Orfeo, desesperado, intentó ir de nuevo a rescatar a su amada, pero esta vez Caronte no se lo permitió.
Orfeo regresó a la Tierra solo y desamparado y mantuvo la fidelidad a su esposa hasta su muerte.