Tengo,
tengo, tengo,
Tú
no tienes nada,
Tengo
siete amores
para
la semana.
Lunes
me da versos.
Martes
me da ansias
Miércoles
disgustos
Jueves
añoranzas,
Viernes
me da llanto
Sábado,
la playa.
Domingo
un amigo
con
esto me basta.
Tengo,
tengo, tengo,
yo
no tengo nada
¡POBRE
BURRO!
¡Pobre
burro!
El
burro nunca dejará de ser burro.
Porque
el burro nunca va a la escuela.
El
burro nunca llegará a ser caballo.
El
burro nunca ganará carreras.
¿qué
culpa tiene el burro de ser burro?
En
el pueblo del burro no hay escuela.
El
burro se pasa la vida trabajando,
tirando
de un carro,
sin
pena ni gloria,
y
los fines de semana
atado
a la noria.
El
burro no sabe leer,
pero
tiene memoria.
El
burro llega el último a la meta,
¡pero
le cantan los poetas!
El
burro duerme en cabaña de lona.
No
llamar burro al burro,
llamarle
"ayudante del hombre"
o
llamarle persona.
PIENSO
MESA Y DIGO SILLA
Pienso
mesa y digo silla,
compro
pan y me lo dejo,
lo
que aprendo se me olvida,
lo
que pasa es que te quiero.
La
trilla lo dice todo;
y
el mendigo en el alero,
el
pez vuela por la sala,
el
toro sopla en el ruedo.
Entre
Santander y Asturias
pasa
un río, pasa un ciervo,
pasa
un rebaño de santas,
pasa
un peso.
Entre
mi sangre y el llanto
hay
un puente muy pequeño,
y
por él no pasa nada,
lo
que pasa es que te quiero.
LA
RISA
¡Bienvenida
sea la risa
que
deja alegría por donde pisa!
¡Que
venga la risa
y
su prima la sonrisa!
Reír
es como si como
–
alimenta más que el lomo-.
Hay
que reír cada hora
–
lo receta servidora-.
¡
Ay qué risa, tía Felisa
se
le vuela la camisa!
(La
risa es muy buena para el pecho.)
Quien
va sonriendo
va
mejor que en coche,
quien
ríe de día,
duerme
bien de noche.
EL NIÑO SOMALÍ
Hoy tengo la gripe,
pero no me duele la espalda.
Hoy solo me duele la mirada,
de ese niño Somalí.
pero no me duele la espalda.
Hoy solo me duele la mirada,
de ese niño Somalí.
Es un niño que no tiene nada.
Niño sin juguetes, sin comida,
sin agua.
Niño sin juguetes, sin comida,
sin agua.
Estuve allí,
y le dije al niño somalí:
- Te traigo unos cuentos.
Y el niño me dijo con la mirada:
- Yo no estoy para cuentos,
ni para nada.
y le dije al niño somalí:
- Te traigo unos cuentos.
Y el niño me dijo con la mirada:
- Yo no estoy para cuentos,
ni para nada.
Hoy tampoco estoy para versos
porque me duele la mirada
de ese niño de Somalia.
porque me duele la mirada
de ese niño de Somalia.
Es un niño que solo tiene moscas
en los ojos y en los labios secos.
Son de esas moscas
que solo pican a los muertos.
en los ojos y en los labios secos.
Son de esas moscas
que solo pican a los muertos.
EL
CAMELLO Y EL TANQUE
El
camello se asustó
con
el ruido nunca oído,
el
silencio del desierto
se
convirtió en estampido.
Una
manada de tanques
rugían
en el camino.
El
tanque como un dragón
lanzaba
fuego escondido,
el
silencio de la arena
se
estremece ante el rugido.
El
camello mareado,
el
tanque muy mal herido.
El
tanque, animal sin alma
desde
lejos mata niños.
El
camello sin su camellero
y
el tanque sin sus soldados,
en
la mitad del desierto
se
quedaron muy callados.
Siete
meses hubo lucha,
siete
meses hubo llanto.
Madres
y niños alegres,
lanzad
el grito esperado.
¡Viva
la Paz para siempre,
hoy
la guerra ha terminado!
ACERTIJO
Acertijo,
acertijo,
tiene
agua y no es botijo.
Va
sin gorro y con pitorro.
Acertijo,
acertijo,
tiene
agua y no es botijo
Tiene
goma
y
no es pelota
(por
billón cuento sus gotas).
Vive
en la ciudad,
vive
en el jardín,
y
cuando se enrosca
parece
un reptil.
Vale
más de lo que vale,
cuando
llueve nunca sale.
Hace
crecer a las plantas
y
nadie le canta.
¿Qué
era?
La
manguera
YA
VES QUÉ TONTERÍA
Ya ves qué tontería,
me gusta escribir tu nombre,
llenar papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre;
decir a los niños tu nombre,
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así.
Me creo que siempre que lo digo
me oyes.
Me creo que da buena suerte.
Voy por las calles tan contenta
y
no llevo encima más que tu nombre.
TODO
EL PASADO
Todo el pasado se quiere apoderar
de mí
y yo me quiero apoderar del
futuro,
me dislocan la cabeza para que
mire atrás
y yo quiero mirar adelante.
No me asustan la soledad y el
silencio,
son los lugares preferidos de
Dios
para manifestarse.
Mi eterna gratitud a los que me
quieren,
siempre les recordaré a la hora
del sol.
No puedo detenerme,
perdonad, tengo prisa,
soy un río de fuerza, si me
detengo
moriré
ahogada en mi propio remanso.