EL MIEDO (Anónimo)
Según un cuento chino, un rey famoso por su coraje y
ecuanimidad, perdió casi todo su reino y hasta el último de
sus soldados como consecuencia de los violentos ataques y
saqueos de las hordas bárbaras. No le quedaban más que
dos servidores y su castillo era el último bastión que impedía
a los conquistadores dominar sus territorios y esclavizar
las aldeas diezmadas
por el continuo
acoso.
Llegó el día en
que se supo que los
bárbaros avanzaban
hacia las puertas de
la ciudad con la
intención de poner
cerco al palacio. Se
cuenta que esa
noche, cuando llegaron
las noticias
del avance enemigo, se vio el rostro del
monarca marcado
por el temor y la
responsabilidad,
pero en ningún
momento abatido
por el miedo.
Al amanecer el rey
ordenó a sus servidores
que abrieran
todas las puertas y
ventanas, y acto
seguido se instaló en
una de las almenas a
fin de observar la
llegada de los invasores.
Inmutable, les
vio avanzar hasta la
escalinata de palacio.
Pero su serenidad
perturbó hondamente
a los bárbaros. Éstos
supusieron que les
esperaba una trampa
en su interior. En vez de poner cerco a aquel lugar, el jefe
reunió a sus hombres y tocó a retirada.
El rey dijo entonces a sus servidores:
-Ved, y no olvidéis
nunca que, una misma emoción, el miedo, a ellos les ha
impulsado a huir atemorizados y a nosotros nos ha motivado
a permanecer en nuestro puesto, encontrando una respuesta
creativa a tan atemorizante situación.